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miércoles, 9 de abril de 2014

Vuelve "La Fragua del Tic"



Tras mucho trastear aquí y allá "La Fragua del TIC" vuelve remozada (con los posts que mejor me parecieron dejar de tiempos pasados) a estar "llameante", con bastante carbón y también con fuelle para seguir encendida a tope. Hemos estado en sitios "de pago" (dominio y espacio web propio), donde he trasteado con CMS, LMS, y todo tipo de cacharrería web, pero me he cansado de pagar por algo que poco me ofrece ya. Vuelvo por lo tanto a la jungla de lo "enlatado" y de lo "precocinado" como son los blogs de Blogger, siendo estos, y en este momento, donde dejaré mis reflexiones y opiniones más largas (allende las redes sociales). Aquí debajo hay artículos sobre muchas cuestiones que no quiero que se las lleve el "delete" de mi teclado. Reflexiones o paranoias de algún día en el pasado cuando tenía menos canas y menos mala leche.






Vuelve la Fragua a la carga. Vuelve para quedarse.

domingo, 20 de junio de 2010

Cerrando círculos

Hace tiempo que leo a Saramago, a Don José. Sus libros, algunos con tapas ya raídas, vuelven  incansablemente a mis manos, y a veces, de forma casi inconsciente se quedan en mi mesilla para, de nuevo, ser leídos.

No es uno muy de idealizar, ni de mitificar personas o cosas. Pero si que es cierto que hay ciertas cuestiones con las que uno empatiza más o menos. Mi "gusto" por Portugal ya lo he referido alguna vez en estas ensoñaciones, y tal vez, parte de esa "pasión" sea responsabilidad de Don José.

Hoy, ya ayer, se cerró un círculo. Siempre me hubiese gustado charlar con este hombre y alguna vez de la mano de Ángel Campos, pudo haber ocurrido. Aquella vez no pudo ser. Hoy, en Lisboa,  esta vez junto a un buen amigo Juan Carlos Doncel, al menos le pude decir "Buen viaje".

sábado, 19 de junio de 2010

El viajero vuelve al camino

¿Se acabó el viaje Don José?
No es verdad. El viaje no acaba nunca. Sólo los viajeros acaban. E incluso estos pueden prolongarse en memoria, en recuerdo, en relatos. Cuando el viajero se sentó en la arena de la playa y dijo: "no hay nada más que ver", sabía que no era así. El fin de un viaje es sólo el inicio de otro. Hay que ver lo que no se ha visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se había visto en verano, ver de día lo que se vio de noche, con el sol lo que antes se vio bajo la lluvia, ver la siembra verdeante, el fruto maduro, la piedra que ha cambiado de lugar, la sombra que aquí no estaba. Hay que volver a los pasos ya dados, para repetirlos y para trazar caminos nuevos a su lado. Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre. El viajero vuelve al camino. (Viaje a Portugal, José Saramago)
Pues buen viaje, maestro.